Horno de aire caliente
Los hornos de aire caliente, también
llamados hornos de calor seco, son dispositivos eléctricos utilizados para esterilización que forman parte del equipamiento de laboratorio. El
horno utiliza calor
seco para
esterilizar los objetos que se introducen en él. En general, pueden funcionar
con temperaturas comprendidas entre 50 y 300 °C (de 122 a 572 °F).
Ventajas y desventajas
A diferencia
de un autoclave, estos
hornos no necesitan agua y tampoco deben resistir presiones elevadas, haciéndolos más seguros para
trabajar. Esto también los hace más aptos para ser utilizados en un entorno de laboratorio. Son mucho
más pequeños que los autoclaves, pero su eficacia puede ser similar.
Generalmente funcionan con temperaturas más altas, en comparación con otros
medios. El calor seco no permite eliminar algunas sustancias como
los priones, que sí
pueden eliminarse con calor húmedo. La OMS ha
definido los métodos de esterilización que sirven para destruir el prión en
tejidos u objetos infectados:
Sumergirlo
en una solución de urea 8 molar durante una hora. Solución de
sulfododecilsulfato al 10% durante 10 minutos a 80°C. Solución acuosa de fenol
al 90%. Hidróxido de sodio 1 normal: 40 g por litro durante media hora a 20°C.
Esterilización por calor húmedo a 134°C durante 20 minutos. Ultrafiltración
mediante sistemas de porosidad inferior a 7 nanómetros (diámetro de la proteína
priónica). Ningún otro método sirve para la esterilización, como no sea la
cremación en horno.
Así, no
surten ningún efecto los sistemas siguientes:
Esterilización a calor seco: todas las temperaturas son inútiles. Alcohol a 96%. Formol a cualquier dilución.
Rayos ultravioleta.
Uso
Un ciclo
completo de uso consiste en calentar el horno a la temperatura requerida,
mantener esta temperatura durante el intervalo de tiempo adecuado, apagar la
máquina y dejar el horno cerrado hasta que los objetos se enfríen y alcancen la
temperatura ambiente. Los modos estándar de funcionamiento de un horno de aire
caliente son:
·
1,5 a 2 horas a 160 °C (320 °F)
·
45 min a 1 hora minutos a 190 °C (374
°F)
·
30 min a 250 ºC
A los
tiempos anteriores hay que añadir el tiempo necesario para calentar la cámara
antes de comenzar el ciclo de esterilización. Si la puerta se abre antes de
tiempo, se escapa el calor y el proceso se queda incompleto. En ese caso, el
ciclo debe ser repetido correctamente desde el principio.
Estos hornos
son ampliamente utilizados para esterilizar artículos que pueden soportar altas
temperaturas y no se queman ni degradan, como material de vidrio o de metal y sustancias estables en polvo. Se debe
evitar introducir objetos de lino, pues se quemarían, ni objetos quirúrgicos punzantes o cortantes pues pierden su filo.
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