Esterilización
Se denomina
esterilización al proceso validado por medio del cual se obtiene un producto
libre de microorganismos viables. El proceso de esterilización debe ser
diseñado, validado y llevado a cabo de modo de asegurar que es capaz de
eliminar la carga microbiana del producto o un desafío más resistente.
Dado que la
esterilidad no puede demostrarse de manera absoluta sin causar la destrucción
completa de todas las unidades del lote de producto terminado, se define la
esterilidad en términos probabilísticos, en donde la probabilidad de que una
unidad de producto esté contaminada es aceptablemente remota. Se considera que
un producto crítico es estéril cuando la probabilidad de que un microorganismo
esté presente en forma activa o latente es igual o menor de 1 en 1.000.000
(coeficiente de seguridad de esterilidad 10^-6).
Los agentes
que matan microbios son denominados microbicidas (cida= “matar”)
o más comúnmente denominados “germicidas”. Si el agente específicamente
destruye bacterias, es llamado bactericida; si mata hongos es denominado
fungicida. Como sea después de exponer el objeto esterilizado al aire o a sus alrededores, éste otra vez se habrá
contaminado con microorganismos.
Ciclo típico
Durante el proceso de la autoclave, la
cámara se carga con instrumental médico. El técnico verifica la carga para
asegurarse de que esté distribuida adecuadamente para una máxima penetración
del vapor. Pueden agregarse indicadores químicos y biológicos para validar la
efectividad del ciclo. Luego se cierra y se sella la puerta. El usuario
selecciona un ciclo pre-existente o programa nuevos parámetros utilizando la
pantalla táctil. Si el esterilizador tiene un mecanismo de seguridad de
auto-cerrado, este se activará automáticamente cuando comienza el ciclo. No se
liberará hasta que haya terminado el proceso y la temperatura de la carga haya
descendido hasta un nivel seguro. Luego se libera el vapor de la cámara y se
utiliza aire caliente para secar la carga. Para instrumental envuelto, será
necesario agregar un ciclo post-vacío al proceso de secado. A continuación, se
normaliza la presión y se permite el enfriamiento de la carga. El indicador
químico puede ser verificado inmediatamente para constatar que durante el ciclo
se haya alcanzado la temperatura apropiada. El indicador biológico debe ser
cultivado para ver si algún microbio continúa vivo. Muchas autoclaves tienen
microprocesadores y unidades de almacenamiento de datos que pueden mostrar y/o
archivar la información de cada ciclo.
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